Cada vez es más común recurrir a una dieta blanda cuando nuestros perros sufren enfermedades gastrointestinales, estas enfermedades no solo afectan a su salud, sino también a su estado de ánimo. Esto nos genera gran preocupación y nuestro único deseo es que nuestro peludo mejore pronto de su enfermedad.
Cuando nuestro perro tiene diarrea, nuestra preocupación aumenta. ya que su presencia puede ocasionar deshidratación con las complicaciones que esto puede ocasionar para la salud de nuestro peludito. Ante esta situación, es muy importante que detectemos de inmediato la causa de la misma.
Es frecuente que la respuesta la encontremos en una mala alimentación o a comida en mal estado, en cualquier caso debemos ir al veterinario para que nos ayude a valorar el estado de nuestro perro. En este sentido, es frecuente que nos recomiende llevar a cabo una dieta blanda para evitar daños mayores en nuestro perros.
¿Cuáles son las características de una dieta blanda? y ¿cómo puedo ofrecersela a mi perro? Es frecuente que realicemos estas preguntas a nuestro veterinario. En este artículo daremos respuesta a tus preguntas y aprenderás en qué consiste una dieta blanda y cuales son sus beneficios para la salud de nuestros perros.
Características de la dieta blanda
Cuando nuestros perros tienen problemas digestivos, ya sean vómitos, diarreas, gastritis o enfermedades similares debemos recurrir a un régimen alimenticio especial, la dieta blanda.
El objetivo principal de una dieta blanda es que su digestión sea sencilla y que aporte los nutrientes necesarios que nuestro perro necesita. En definitiva, se busca que el aparato digestivo no tenga que trabajar en exceso. Para ello, esta dieta se elabora con alimentos blandos que ayudan a mejorar la salud de nuestro perro.
Características de la dieta blanda
A continuación, os mostramos las principales características de este tipo de dieta:
- Dieta carente de grasas, debemos evitar el suministro de alimentos con grasa que podrían afectar negativamente a la recuperación de nuestro perro.
- No debemos añadir ningún tipo de aderezo o condimento al que nuestro perro pueda ser intolerante.
- En ningún caso los alimentos han de estar fritos.
- La principal fuente de alimentación debe ser la proteína, ya sea de pavo, pollo, conejo o merluza.
Ingredientes de esta dieta
Antes de comenzar con la dieta blanda debemos saber las proporciones y los ingredientes que debemos dar nuestro perro. En el estado en el que se encuentra nuestro perro no podemos arriesgarnos a darle cualquier tipo de alimento que pueda dañar su salud. A continuación, encontrarás la lista de ingredientes para elaborar una dieta blanda:
- Alimentos con un alto contenido proteico de ingesta fácil como el pavo, el pescado, el conejo o el pollo. Este tipo de alimento es recomendable que se los demos crudos o semicocidos para que nuestro perro los digiera con facilidad.
- Frutas o verduras de fácil digestión como la manzana, la patata, la calabaza o la zanahoria deben presentarse en forma de puré.
- Debido a sus características algunos nutricionistas veterinarios aconsejan incluir huevo para incrementar el calcio y las proteínas en el cuerpo de nuestro perro.
- Los caldos de pollo o pescado sin sal ayudan a que nuestro perro recobre el apetito.
- El yogurt ayuda a estimular la flora intestinal de nuestro perro, aunque debemos asegurarnos de que no tenga intolerancia a la lactosa.
Antes de suministrar la dieta blanda debemos hablar con nuestro veterinario, quien en base al estado de nuestro perro nos orientará sobre los alimentos más adecuados para lograr la recuperación de nuestro perro.
Proporciones
Las cantidades de cada uno de los alimentos que debemos dar a nuestro perro en una dieta blanda están bien definidas, tal y como mostramos a continuación:
- 80% de pollo, ternera o pescado sin huesos ni espinas, se deberá presentar a nuestro perro crudo o semi cocinado.
- 20% agua, verduras y frutas; todas ellas trituradas o en forma de puré.
La administración de la dieta blanda
Cuando nuestro perro padece una enfermedad intestinal, una dieta blanda ayudará a disminuir la carga intestinal debido a que todos sus ingredientes son de fácil digestión. De este modo, el sistema digestivo de nuestro perro no se verá forzado y se podrá recuperar con mayor rapidez.
A la hora alimentar a nuestro perro con esta dieta es muy importante que las cantidades sean pequeñas, pero frecuentes. En general, los veterinarios suelen recomendar que realicemos 4 tomas diarias con el fin de no sobrecargar el estómago de nuestro perro durante su recuperación.
Observaremos como nuestro perro mejora cuando vaya aumentando su apetito. En este momento, podemos llegar a aumentar el número de tomas a cinco diarias prestando especial cuidado a las cantidades evitando posibles recaídas.
En función del progreso de nuestro perro nuestro veterinario evaluará la duración de la dieta blanda. Nunca debemos perder de vista que el objetivo es la recuperación de la salud de nuestro perro evitando posibles recaídas por intentar avanzar demasiado rápido.